28 octubre 2012

The Coolhunt by Malcolm Gladwell (part II)


... (Viene del post anterior) El autor, a través de varios ejemplos de empresas, que a priori nada tienen en común, salvo que el grueso de la población las considera cool, como pueden ser Reebok, Tommy Hilfiger y los zapatos Hush Puppies, unido a la opinión y observación de la forma de trabajar de Baysie y DeeDee, dos coolhunters diametralmente opuestas, concluye con las tres reglas del cool y de lo cool

Malcolm Gladwell nominó a los coolhunters, la moda y su necesidad de lanzar cada tres meses una colección de indumentaria renovada entre temporadas primavera-verano y otoño-invierno, Haute Couture, colecciones cápsulas y colecciones resort se los apropió y los elevó a la categoría de profesión y la era 2.0 de la información con los blogs y los fotógrafos de streetstyle a la cabeza, los hicieron famosos. 

La primera regla es que cuanto más buscas a los innovadores o cool people más se esconden. La segunda regla es que lo cool no se crea, solo se observa —regla que no puedo evitar asociar con el principio de la Termodinámica que enuncia que «la materia o la energía ni se crean ni se destruyen, solo se transforman»—. La tercera regla es que tienes que ser un cool para poder detectar a otro cool, ya que lo cool es algo tan sutil, variado y diferente que no se pude controlar y, como además, varía tanto de un país a otro, de una ciudad a otra e, incluso, dentro de la misma ciudad, de un barrio a otro, que necesitas a alguien que lo sea para que te lo busque y lo encuentre para ti.



Los diferentes grupos o tribus que componen una sociedad se caracterizan por tener una identidad propia, un rango, un estatus social y una manera de relacionarse con el mundo. Una sociedad con unos habitantes que, de un modo u otro, en mayor o menor grado, consumen moda, tecnología y cultura, a grandes rasgos y sin tener en cuenta la necesidad primaria de alimentarse. 

Por eso, ser cool depende, por un lado, del juicio estético e intelectual de la sociedad en la que se mueve cada uno de los innovadores, ya que una persona puede ser considerada cool dentro del seno de su familia, de su grupo de amigos, de su empresa, de su gimnasio o de su bar de copas, etc., y, por otro lado; de la forma en que estos innovadores se relacionan con el resto de la sociedad y de cómo viven esta relación. 

En la actualidad y gracias al auge del coolhunting, muchos innovadores tienden a esconderse, de forma que, cada día, es más difícil y complicado hallar a alguien realmente cool e innovador en cualquier campo, ya que el mundo gira tan rápido que algo o alguien cool ahora puede dejar de serlo en cinco minutos…



… Yo solía pensar que si hablaba con Baysie y DeeDee lo suficiente podría escribir un manual de coolhunting, una enciclopedia de lo cool. Pero entonces me di cuenta de que el manual tendría tantas notas y advertencias que sería ilegible. Coolhunting no se trata de la articulación de una filosofía coherente de lo cool. Es sólo una colección de observaciones espontáneas y predicciones que difieren de un momento a otro y de una coolhunter a la siguiente…

(Photos taken by me, more on Instagram kik-->> lulacanelafina)

21 octubre 2012

The Coolhunt by Malcolm Gladwell (part I)


En 1997, Malcolm Gladwell, sociólogo y periodista canadiense, publicó, en The New Yorker, un artículo titulado The Coolhunt, en el que acuñó, por primera vez, el término coolhunter
Para Gladwell dicho término designa a una serie de personas que, a grandes rasgos, son capaces de, por un lado, detectar las novedades que se generan en la sociedad; y, por otro, descifrar si esa novedad hallada se convertirá en una tendencia, esto es, si la seguirá el conjunto de la sociedad o mainstream o, por el contrario, no traspasará la frontera más allá de los innovadores.



Como muy bien apunta el autor, para entender en qué consiste la profesión de coolhunter y por qué está tan valorada dentro del organigrama de una empresa, antes hay que entender, a grandes rasgos, en qué consiste un estudio de difusión y como se dividen las personas que componen un grupo urbano. 
Así tenemos que un estudio de difusión, explicado en un modo sencillo y muy resumido, es un estudio en el que se analiza cómo se implementa, extiende y difunde una tendencia. En función de ello, se clasifica a los individuos como innovadores, que son aquellos que adoptan una novedad incluso antes de probar su eficacia; adoptantes tempranos y tardíos, que son aquellos que adoptan la novedad del innovador cuando su eficacia ya está probada, clasificándose como tempranos o tardíos en función del tiempo que tardan en adoptarla; y los rezagados, cuando esa novedad llega de forma masiva a toda la sociedad.



Debido a la fluctuación de los mercados y a competencia cada vez más agresiva, las empresas quieren adelantarse a los gustos del consumidor, quieren saber lo que este va a desear incluso antes de que él mismo sepa que va a desearlo. En esa delgada línea que separa el marketing y el I+D se sitúa el coolhunting como profesión y los coolhunters, como profesionales. De modo que el coolhunter es la persona que, dentro del organigrama de una empresa, es capaz de poner en contacto, con sus informes, a los departamentos de marketing, de ventas y a los diseñadores de producto con la calle, en el más amplio sentido de la palabra, de forma que esos departamentos sepan todo lo que sucede en ella sin estar en ella.

Continuará... (photos taken by me)

03 octubre 2012

Hirosi Sugimoto y sus Couleurs de l'ombre para Hermès o como vincular a Isaac Newton con la Moda

Hirosi Sugimoto, fotógrafo japonés afincado en Nueva York, consigue vincular a Hermès y la Moda, con Isaac Newton y Daguerre a través de su proyecto Couleurs de l'ombre.
Un proyecto, que consiste en la creación de una edición limitada de 140 carrés, estampados con las imágenes que ha captado con su cámara Polaroid durante los últimos 10 años de los cambios de luz y color que se producen en el horizonte cada día a las 5:30 de la mañana.
El espíritu creativo, inquieto y crítico con su entorno de unos pocos, hace que unos muchos nos beneficiemos de sus aportaciones. 
Aportaciones que forman parte de nuestro cotidiano en un modo tal, que ni nos planteamos su origen. 
Isaac Newton, el primer coolhunter de la Era Moderna, no se quedó solo en observar que una manzana caía de un árbol, sino que fue más allá, y se preguntó el por qué sucedía esto y el cómo nos afectaría, de modo que, analizó sus consecuencias y entramos de lleno en la Era Moderna. 
Dos siglos más tarde, gracias a Daguerre, otra mente inquieta y observadora, la pudimos fotografiar.